Luego de varios meses irregulares, el tenista nacional Nicolás Jarry (145° del ranking ATP) vivió por estos días una de sus mejores semanas de la temporada y aseguró su lugar en el cuadro principal de Wimbledon, Gran Slam que disputará por sexta ocasión en su carrera.
En conversación con el medio especializado Clay Tenis, el chileno repasó las dificultades que ha debido sortear desde mediados del año pasado, cuando fue diagnosticado con una neuritis vestibular, enfermedad que ha afectado tanto su visión como su equilibrio, y que además le ha impedido reencontrarse con su mejor versión.
Así y todo, confesó que “la motivación está muy alta. Siento que después de lo del año pasado estoy recién partiendo, con muchas ganas de hacer cosas, de seguir lo que yo siento que necesito y que me hace bien, no lo que me dice el resto. Me da mucha motivación pensar lo que puedo llegar a conseguir si creo realmente en mí”.
A pesar de la notable caída en la clasificación mundial y su récord de 6-13 en el año en curso, el nieto de Jaime Fillol apuntó que “tengo solo un semestre, solo lo que va de este año. La segunda mitad del año no podía competir. No lo veo como un mal momento. Perdí con (Grigor) Dimitrov dos veces, con (Francisco) Cerúndolo, con (Arthur) Fils en Roland Garros. (Reilly) Opelka la semana pasada. No estoy jugando mal, no lo tengo como un mal momento”.
En la misma línea, el santiaguino afirmó que “mi ranking miente hoy en día más que nunca. Los top 200 están jugando increíble. Ya no es como hace diez años. Hoy ves los Challengers, y el nivel es durísimo. Todos juegan, le pegan muy bien. Hoy pasa también en el circuito que hay muchas lesiones, es todo un tema. Con el ranking a un año, si tienes mala suerte y una lesión te quita justo de una parte crítica del año donde la temporada pasada te fue bien, te vas para abajo. Queda luchar más fuerte todavía”.
Con respecto a su recuperación, detalló que “el oído sigue mejorando poco a poco. Me voy dando cuenta que me afectó mucho el funcionamiento del ojo. Entonces estoy buscando maneras de trabajar toda la parte visible de cómo funciona el ojo, cómo se mueve el ojo y cómo funcionan ambos ojos juntos. Y voy viendo trabajos para eso”.
“Sé que el vestíbulo tiene parte que ver con la visión, con la percepción, con el equilibrio. Y la parte del equilibrio ya la he estado trabajando. Todavía me mareo fácilmente, pero estas consecuencias que están afectando mi visión son algo nuevo. Después de esta gira me junto con un especialista del vestíbulo ocular para analizar en profundidad qué es lo que tengo dañado”, sumó el ex número 16 del orbe.
Por otra parte, destacó el aspecto mental dentro de su amargo presente. “He tenido que trabajar mucho en la aceptación de lo que ha traído para mi carrera en el tenis y mi vida personal tener problemas de visión, los mareos, y la baja en las capacidades motoras. Soy alguien que hace las cosas muy bien y que desea estar en lo más alto del tenis. Y no poder estar ahí aún es un obstáculo en sí que hay que enfrentar. Aceptar el ranking también es a algo que le he puesto foco”, explicó.
Por último, Jarry se refirió al hecho de compartir frecuentemente con su esposa e hijos, puntualizando que “soy un gran afortunado al tener a mi mujer y mis hijos acompañándome en mi trabajo. Viajar con ellos es una inversión que siempre seguiré haciendo. La familia es mi máxima prioridad para mí, y me ayuda infinito con todos los temas mentales que un tenista profesional tiene que acomodar y que hacer”.