Miles de personas salieron a las calles de Francia para manifestarse en contra de la reforma de pensiones del Gobierno que pretende aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
La primera protesta masiva tuvo lugar el 19 de enero, donde acudieron más de 1 millón de personas mientras que en la última jornada, los sindicatos indicaron una convocatoria de 2,5 millones de personas en toda Francia.
Un tercio de los trabajadores de la empresa ferroviaria estatal SNCF detuvieron sus funciones y se fueron a huelga, mientras que un 75% del personal de las refinerías se unió.
Hubo también un total de 30 detenciones a raíz de enfrentamientos con la policía.
"El mundo del trabajo lo dice alto y claro, en la mayor protesta en 25 años. No quiere un aumento de la edad mínima de jubilación", dijo a EFE el líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger.
Por su parte, el Gobierno de Emmanuel Macron se niega a ceder. El ministro del Trabajo, Olivier Dussopt, comentó que la reforma es necesario debido debido a al progresivo envejecimiento de la ciudadanía.
"Pedimos a los franceses un esfuerzo para que se pueda mantener el actual sistema por repartición", dijo.
Por lo pronto, los sindicatos convocaron dos nuevas jornadas de huelgas y protestas para el 7 y el 11 de febrero.