Este 6 de febrero, la justicia argentina sentenció a prisión perpetua a cinco de los ocho “rugbiers” que mataron a Fernando Báez, un joven de 18 años.
Mientras que, los tres restantes pasarán 15 años en la cárcel, tras el dictamen del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 1, de la ciudad de Dolores.
El crimen ocurrido en 2020, afuera de una discoteca en Villa Gessell, generó conmoción tanto en Argentina, como en Paraguay. Este último país es de donde son oriundos los padres de la víctima.
Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Matías Benicelli (23), Luciano Pertossi (21) y Enzo Comelli (22), son señalados como coautores de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía, en concurso ideal con lesiones leves”.
Por otra parte, Ayrton Viollaz (23), Blas Cinalli (21), Lucas Pertossi (23), fueron sentenciados a 15 años de prisión, por ser partícipes secundarios.
La Fiscalía había solicitado la prisión perpetua para los ocho imputados, mientras que la defensa pidió la absolución los mismos.
Fernando Burlando, abogado de la familia de la víctima, dijo “esto recién comienza, una justicia débil, al momento de evaluar sentencias, creo que no es justicia”, tras no conseguir la mayor pena para tres de los ocho.
Los padres de la víctima quedaron medianamente satisfechos, “se hizo un poquito de paz en mi corazón”, señaló Graciela Sosa, madre de Fernando Báez.
¿Qué ocurrió la noche del crimen?
Un grupo de amigos de Zárate, provincia de Buenos Aires, decidieron irse de vacaciones a Villa Gessell, casi 400 kilómetros al sur de la capital.
Es allí donde protagonizaron una pelea dentro de una discoteca con la víctima, Fernando Báez y lo emboscaron afuera del recinto.
Lo golpearon con pies y puños en medio de la calle, principalmente en su cabeza y abdomen.
Finalmente, falleció de un paro cardíaco traumático, debido a los distintos traumatismos en su cráneo.
Asimismo, el crimen generó un repudio generalizado y se tomó la atención del país trasandino, con coberturas extensas del caso.